

¡El Dios de Esperanza los llene de Gozo y Paz!
Declaración de Fe.
Nuestro propósito principal es conocer a Aquel que nos formó y nos salvó a través de su sacrificio en la cruz. Estamos convencidos de que Jesús resucitó de entre los muertos, venciendo al pecado y a la muerte, proporcionándonos una esperanza, la esperanza de la vida eterna junto a él.
Escrituras
La Biblia es la Palabra inspirada por Dios; una revelación de Él al ser humano, es nuestra norma inalterable de fe y comportamiento, por encima de la razón y la conciencia. 2 Tiempos. 3 y 16; 2 Pe. de 1:21.
Dios
Estamos convencidos de que solo existe un Dios vivo y soberano, el Arquitecto de todo, residiendo de manera eterna en tres personas: Padre, Hijo y Santo Espíritu. Dt. 6:4; Mr. 12:29; Is. 43:10-11; Mt. 28:19
Jesús
El Señor Jesucristo es el Hijo de Dios en el sentido singular, único, a partir de su engendramiento en el vientre virgíneo de la bienaventurada María. Lc. 1:30-35; Sal. 2:1-9; Mt.14:33.
El nombre de El Señor Jesucristo es un nombre propio que expresa su soberanía, misión y exaltación. En el nuevo Testamento nunca se aplica al Padre o al Espíritu Santo para que nosotros en el nombre de Jesús doblemos nuestras rodillas y confesemos que Jesús es el Señor para la gloria de Dios Padre, hasta que venga el fin, cuando el Hijo se sujete al Padre y Dios sea en todos. Heb. 1:3; Mt. 28:18; Ef. 1:21.
Espiritu Santo
Estamos convencidos en la deidad total del Espíritu Santo. Creemos que el ministerio del Espíritu Santo es glorificar al Señor Jesucristo (Juan 16:14). El Espíritu Santo regenera al pecador cuando cree en Cristo, bautizando al creyente en un solo cuerpo del cual Cristo es la Cabeza. El Espíritu Santo mora, instruye, llena conforta y da poder al creyente para que viva una vida santa (Marcos 13:11; Juan 14:26; Juan 16:13; Romanos 5:5; 1 Corintios 3:16). El Espíritu Santo convence al mundo de pecado, de la justicia de Dios y del juicio que viene (Juan 16:8 – 11).
Salvación
Creemos que el Señor Jesucristo murió por nuestros pecados conforme a las escrituras, como un sacrificio representativo y substitutivo. Creemos que cada persona que le recibe por fe como su Salvador personal es justificada en base a que Jesucristo derramo su sangre en el Calvario. Cada persona que recibe a Cristo como Salvador personal nace de nuevo por medio del Espíritu Santo y obtiene seguridad eterna como hijo de Dios. Creemos que el Espíritu Santo bautiza a cada creyente en el cuerpo de Cristo en el momento de la salvación. (Romanos 8:37 – 39; 2 Corintios 5:21; 1 Corintios 12:13).
Resurrección
Creemos en la resurrección del cuerpo crucificado de nuestro Señor Jesucristo, Su ascensión al cielo y Su vida actual como el Sumo Sacerdote e Intercesor. (Hechos 1:3; Hechos 1:9; Hebreos 7:25 – 26).
Cielo, infierno y el regreso de Cristo
Creemos en la “bendita esperanza” del regreso personal del Señor Jesucristo. Su regreso es parte vital en el desarrollo de la vida personal y de servicio del creyente (1 Tesalonicenses 4:13 – 18). Creemos en la resurrección corporal de salvos y perdidos. Los salvos resucitados para conscientemente disfrutar la dicha eterna del cielo (Mateo 25:34; Juan 14:2; 2 Corintios 5:1; Apocalipsis 2:7), los perdidos resucitados para conscientemente estar en el eterno tormento del infierno, en separación total de Dios (Mateo 8:11; Mateo 10:28; Mateo 13:49 – 50; Marcos 9:47 – 48; Lucas 12:5; Apocalipsis 21:8).
El bautismo en el Espiritu Santo
Creemos que a todos los creyentes se les ha otorgado el privilegio de recibir el bautismo en el Espíritu Santo, Jl 2: 28; Lc. 24:49; Hch. 1:5; Mt. 3:11; Hch. 2:39; con el propósito de investirles de poder y autoridad para ser testigos por todo el mundo, Hch. 1:8 y capacitarles para desarrollar una vida fructífera y virtuosa. Jn. 16:13; Hch. 6:11.
Hombre
Creemos que todos los hombres están perdidos y separados de Dios por el pecado y que su única esperanza y salvación es a través de la sangre de Jesucristo, derramada en el Calvario, para ello debemos arrepentirnos de nuestros pecados, creer en el Señor Jesucristo y someternos a Su voluntad para nuestras vidas.
El bautismo en agua
Creemos en el Bautismo en Agua por INMERSIÓN en el NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO, como testimonio de una limpia conciencia , resultado de haber aceptado a Jesucristo como Salvador Personal. Mt. 28:19; Mr. 16:16; Hch. 2:38.
Iglesia
Una vez que acepta al Señor Jesucristo como Salvador, el creyente forma parte de Su cuerpo, el cual es la iglesia. Hay una iglesia universal, compuesta por todos aquellos en el mundo que reconocen a Jesucristo como su Salvador y Señor. La Escritura nos mandan reunirnos para dedicarnos a la adoración, oración, enseñanza de la Palabra y observancia de sus ordenanzas (bautismo y comunión), compañerismo, servicio al cuerpo a través del desarrollo y uso de los talentos y dones, y para alcanzar al mundo y así cumplir la orden de Cristo de ir y hacer discípulos de todos lo creyentes (Efesios 5:23; Romanos 12:1; Hechos 2:42 – 46; 1 Corintios 14:26; Mateo 28:18 – 20).